¿Dolor en las Piernas pero Sin Várices Visibles? Podrías Tener Várices Internas

by | Oct 14, 2024 | Círugías Vasculares

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El dolor en las piernas es una molestia común que puede deberse a varias causas, desde la fatiga hasta problemas circulatorios. Sin embargo, cuando ese dolor se presenta sin signos visibles de várices, es posible que estés lidiando con várices internas, una condición menos conocida pero igualmente preocupante. En este blog, el Dr. Juan Carlos Peralvo, especialista en cirugía vascular en Cuenca, Ecuador, te explicará qué son las várices internas, cómo detectarlas y qué puedes hacer para tratarlas.

¿Qué Son las Várices Internas?

Las várices internas, también conocidas como insuficiencia venosa oculta, ocurren cuando las venas profundas de las piernas tienen dificultades para llevar la sangre de vuelta al corazón. Aunque las várices visibles son fáciles de identificar porque las venas se dilatan y se vuelven prominentes, las várices internas afectan venas que no están a la vista, lo que dificulta su diagnóstico.

Este problema circulatorio puede causar los mismos síntomas que las várices visibles, como dolor, hinchazón y sensación de pesadez en las piernas, pero sin las características venas abultadas.

Causas de las Várices Internas

Las causas de las várices internas son similares a las de las várices externas:

  • Hereditariedad: Si tienes antecedentes familiares de várices, es más probable que desarrolles problemas venosos, visibles o internos.
  • Sedentarismo: Pasar mucho tiempo sentado o de pie sin moverte puede afectar la circulación sanguínea en las piernas.
  • Embarazo: Los cambios hormonales y el aumento de presión sobre las venas durante el embarazo pueden contribuir al desarrollo de várices internas.
  • Sobrepeso u obesidad: El exceso de peso ejerce presión adicional sobre las venas, lo que puede llevar a problemas circulatorios.
  • Envejecimiento: A medida que envejecemos, las paredes de las venas y sus válvulas tienden a debilitarse, lo que puede provocar insuficiencia venosa profunda.

Síntomas de las Várices Internas

Aunque las várices internas no son visibles, los síntomas son similares a los de las várices superficiales:

  • Dolor o sensación de pesadez en las piernas, especialmente después de estar mucho tiempo de pie o sentado.
  • Hinchazón en los tobillos o pies.
  • Calambres musculares, especialmente por la noche.
  • Cambios en la piel, como manchas oscuras o sequedad.
  • Sensación de ardor o picazón en las piernas.

Si experimentas alguno de estos síntomas de manera recurrente, es importante consultar con un especialista en cirugía vascular, ya que podrías estar sufriendo de várices internas sin saberlo.

Diagnóstico de las Várices Internas

Dado que las várices internas no se ven a simple vista, es necesario realizar estudios especializados para detectarlas. Uno de los métodos más comunes es la ecografía Doppler, un examen no invasivo que utiliza ondas de sonido para visualizar el flujo sanguíneo y detectar problemas en las venas profundas. Este estudio permite evaluar si las válvulas venosas están funcionando correctamente y si hay signos de insuficiencia venosa.

Tratamientos para las Várices Internas

El tratamiento para las várices internas dependerá de la gravedad de la insuficiencia venosa y los síntomas que experimentes. Algunas de las opciones más comunes incluyen:

1. Medias de Compresión

Las medias de compresión ayudan a mejorar el flujo sanguíneo y a aliviar los síntomas de las várices internas. Al aplicar presión en las piernas, estas medias promueven el retorno venoso, reduciendo la hinchazón y la sensación de pesadez.

2. Cambios en el Estilo de Vida

Adoptar hábitos más saludables puede marcar una gran diferencia en la salud de tus venas. Realizar ejercicio regularmente, mantener un peso saludable y evitar estar mucho tiempo de pie o sentado puede ayudar a prevenir que las várices internas empeoren.

3. Tratamientos Endovasculares

En casos más avanzados, los tratamientos endovasculares, como la ablación con láser o la radiofrecuencia, pueden ser una opción. Estos procedimientos minimizan el daño a las venas afectadas sin necesidad de cirugía invasiva, ayudando a cerrar las venas enfermas y redirigir el flujo sanguíneo a venas más saludables.

4. Escleroterapia Guiada por Ecografía

Este procedimiento consiste en inyectar una solución directamente en las venas afectadas para sellarlas. En el caso de las várices internas, la escleroterapia se realiza bajo la guía de una ecografía para asegurarse de que el tratamiento se administre correctamente en las venas profundas.

Prevención de las Várices Internas

Aunque no siempre es posible prevenir las várices internas, seguir estas recomendaciones puede ayudarte a reducir el riesgo:

  • Mantente activo: Realizar ejercicio regularmente mejora la circulación y previene la acumulación de sangre en las venas.
  • Eleva las piernas: Si pasas mucho tiempo de pie o sentado, intenta elevar las piernas por unos minutos para ayudar al retorno de la sangre al corazón.
  • Controla tu peso: Mantener un peso saludable reduce la presión sobre las venas de las piernas.
  • Usa medias de compresión: Si tienes antecedentes familiares de problemas venosos o trabajas en una ocupación que te exige estar mucho tiempo de pie, considera usar medias de compresión.

Conclusión: Consulta a un Especialista si Experimentas Dolor en las Piernas sin Várices Visibles

Si sientes dolor, hinchazón o calambres en las piernas, pero no observas várices visibles, es posible que estés lidiando con várices internas. No ignores estos síntomas, ya que la insuficiencia venosa profunda puede empeorar con el tiempo si no se trata. El Dr. Juan Carlos Peralvo, especialista en cirugía vascular en Cuenca, puede ofrecerte un diagnóstico preciso y un tratamiento personalizado para mejorar tu salud venosa y calidad de vida.

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