La salud vascular depende en gran medida de pequeñas acciones diarias que podemos implementar fácilmente. Elevar las piernas, por ejemplo, es una práctica sencilla y altamente efectiva para mejorar la circulación. A continuación, te explicamos por qué deberías incorporarla en tu rutina diaria.
1. Mejora el retorno venoso
Cuando elevas las piernas por encima del nivel del corazón, ayudas a que la sangre fluya de regreso al corazón sin contratiempos. Esto alivia la acumulación de líquido en las extremidades inferiores y disminuye la presión venosa.
Consejo práctico: Realiza esta práctica durante 15-20 minutos al día, preferiblemente al final de tu jornada laboral o antes de dormir. Usa un cojín o almohada para mayor comodidad.
2. Reduce la hinchazón y la retención de líquidos
Las personas que permanecen sentadas o de pie durante largos períodos suelen experimentar hinchazón en los pies y tobillos. Esto ocurre porque la gravedad dificulta el retorno venoso, favoreciendo la acumulación de líquidos en las extremidades inferiores.
Prevención: Elevar las piernas no solo alivia la hinchazón, sino que también previene el edema crónico. Es especialmente útil para mujeres embarazadas y personas con insuficiencia venosa.
3. Previene complicaciones como várices
El hábito de elevar las piernas alivia la presión en las venas, lo que reduce el riesgo de desarrollar várices o arañas vasculares. Para quienes ya las tienen, esta práctica ayuda a disminuir los síntomas y la incomodidad.
4. Incorporarlo a tu rutina diaria
Además de elevar las piernas, combina esta práctica con ejercicios de estiramiento y el uso de medias de compresión si es necesario. Una evaluación con un especialista como el Dr. Peralvo puede determinar si necesitas un enfoque más personalizado.
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